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LA UTOPÍA URBANA FRUSTRADA
El gran incendio de Londres y la ciudad ideal que no fue

El incendio de Londres en 1666 no solo arrasó más de 13.000 edificios y redujo la City a cenizas, sino que también encendió un debate sobre el futuro de la ciudad. Aquel evento trágico ofrecía una posibilidad inédita: reconstruir desde cero una capital moderna, racional y monumental. En un contexto europeo dominado por el absolutismo, el pensamiento científico y el urbanismo barroco, surgieron propuestas que soñaban con transformar el caos medieval de Londres en una “ciudad ideal”. Sin embargo, las tensiones entre esos ideales proyectuales y las restricciones políticas, sociales y económicas terminaron definiendo una reconstrucción pragmática, donde la continuidad venció a la reforma. Así, la ciudad resurgió más segura y reglamentada, pero no más moderna: Londres volvió a erigirse, en gran medida, sobre las huellas de su pasado, conservando su trazado irregular, sus lógicas fragmentadas y su compleja identidad medieval, apenas revestida por nuevas normas constructivas. De este modo, el proceso post-incendio no rompió con el modelo previo, sino que cerró un ciclo: la ciudad que fue destruida terminó dando forma, una vez más, a la ciudad que volvió a ser.

GRUPO 3 - Fernandez - Gonzalez Lobo - Marra - Sabella - Perea Muñoz 

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